jueves, 26 de febrero de 2009

Plásticos biodegradables

La basura es un problema con un impacto social y medioambiental muy negativo. Algunos creen que una manera de afrontar el problema es utilizar plásticos biodegradables, en las bolsas de plástico por ejemplo, como una solución favorable al medioambiente. A primera vista puede parecer que tiene sentido, pero ¿es realmente más ecológico?

La basura es en principio un problema de irresponsabilidad que puede solucionarse cambiando el comportamiento de la gente más que modificando los productos que se tiran. Fabricar productos biodegradables puede incluso empeorar el problema, puesto que la gente pensará que no pasa nada por tirar esos productos, que en sí son ya una fuente valiosa de recursos, como es el caso de los plásticos. Por ejemplo, una bolsa de plástico aunque sea biodegradable, tirada encima de un arbusto tardará muchos años, y no días como algunos piensan, en desintegrarse. Incluso la piel de un plátano que se tira ¡tarda de 1 a 3 años en biodegradarse!

Y no sólo eso, los plásticos biodegradables requieren unas condiciones muy especiales para biodegradarse correctamente (microorganismos, temperatura y humedad) y si no se hace de la forma apropiada, pueden ser aun más nocivos para el medioambiente que los plásticos convencionales. Cuando los plásticos biodegradables se entierran (cosa que se debe evitar en cualquier circunstancia) producen durante su descomposición gases de efecto invernadero peligrosos.

¿Qué son los plásticos biodegradables?

Los plásticos biodegradables son plásticos que los microorganismos (bacterias u hongos) pueden descomponer en agua, dióxido de carbono (CO2) y otros biomateriales. Es importante subrayar que los plásticos biodegradables no están fabricados necesariamente con biomateriales (p.ej, con plantas). Muchos plásticos biodegradables están fabricados a partir del petróleo igual que los plásticos convencionales.

Entonces, ¿para qué sirven los plásticos biodegradables?

En principio el valor de los plásticos reside en ser materiales fuertes y resistentes en el tiempo (por ejemplo en el almacenamiento de comida, el transporte, la edificación y la construcción). La biodegrabilidad tiene que considerarse como una función añadida, cuando hay que encontrar una forma barata para desembarazarse del producto una vez que ya haya cumplido su papel (p.ej. para embalar, proteger y mantener frescos los alimentos). Unos productos biodegradables útiles son:


*Envoltorios de alimentos embalajes que pueden descomponerse a la vez que su contenido cuando está caducado o estropeado.


*Agricultura – hojas de plástico que pueden mezclarse en la tierra con una capa biodegradable de mantillo y semillas


*Medicina – suturas absorbibles; microdispositivos que contienen el medicamento y se deshacen en el interior del cuerpo


La biodegradabilidad es una propiedad material que depende en gran manera de las circunstancias del medio biológico (el cuerpo humano es distinto de la tierra). De hecho, podemos decir que no tiene mucho sentido fabricar un producto, como una bolsa de plástico, para que se pueda descomponer, porque su capacidad de biodegradarse no va a resolver el problema de las basuras (condiciones diferentes en el compost y en la tierra).

Para concluir, es un error investigar en nombre de la ecología cómo hacer productos que sean más fáciles de tirar. Los plásticos biodegradables son materiales útiles e interesantes, pero únicamente pueden utilizarse cuando suponen un beneficio concreto para un producto específico. La mejor manera de ayudar a salvar el planeta es ahorrar energía y mejorar los métodos de reciclaje y de recuperación de los plásticos.

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